Jorge Díaz Nicolás, el colosal kicker madrileño de 19 años y 1,93 m que irrumpe como freshman en los Virginia Cavaliers, sueña con asaltar la NFL tras brillar en high school.
De Madrid a Estados Unidos

Jorge Díaz Nicolás no nació con un balón de fútbol americano en las manos, sino en las calles de Madrid, donde el fútbol tradicional reina. Como tantos europeos, su entrada al kicking llegó por casualidad, después de probar varios deportes, se dio cuenta que el ser kicker de football americano podría ser lo suyo.
Con apenas 17 años llego al St. James High School en Hagerstown, Maryland, para un año de intercambio, acabó entrando al equipo de football como kicker titular, y acabó acertando 15 de 19 field goals, con un máximo de 53 yardas, más 45 touchbacks en kickoffs. Números que le valieron First Team All-Mid Atlantic Athletic Conference y All-State en escuelas privadas de División III, además del ranking #14 Kohl’s 2025.

Ese año en high school no fue solo stats, fue adaptación total, en el idioma y en la cultura. Pero su físico de 1,93 m y 106 kg, lo convirtieron en un diamante en bruto. Algo que le valió para recibir una beca estudiantil en la University of Virginia.
Llegada a los Virginia Cavaliers

Díaz Nicolás se incorporó como freshman a los Virginia Cavaliers para la temporada 2025-26, equipo con récord 10-3 general y 7-1 en ACC hasta diciembre 2025. En el roster oficial ocupa posición de placekicker, compitiendo por snaps en equipos especiales de un programa con aspiraciones de bowl games.
Aunque como freshman no haya podido demostrar toda su valía como kicker, ya que se encuentra con dos veteranos en el equipo. Sus estadísticas de High School nos invitan a la esperanza de que en los próximos años pueda jugar y demostrar su gran nivel.
Llegar a la NFL como objetivo principal

Las opciones de Jorge para llegar a la NFL existen, pero hoy son más un horizonte que una realidad inmediata. Primero necesita ganar peso específico en Virginia, consolidarse como titular y traducir sus números de instituto en varias temporadas fiables en la ACC, con buenos porcentajes en field goals y seguridad desde más de 50 yardas. En una liga donde la mayoría de los kickers ni siquiera son elegidos en el draft y entran como agentes libres a través de minicamps y training camps, solo la regularidad durante años en college le abrirá de verdad esa puerta.
Si logra encadenar campañas sólidas en Virginia, aparecer en pro days y workouts específicos para especialistas y demostrar que puede rendir bajo presión en escenarios grandes como los bowl games, su perfil encajaría con el camino más habitual hacia la NFL: llamar a la puerta como undrafted, buscando una oportunidad en verano. Que lo consiga o no sigue siendo una incógnita, pero el hecho de estar ya en un programa FBS importante como kicker español convierte su historia en algo pionero y abre una ruta que casi ningún jugador de aquí había transitado antes.
Ampliar la historia de España en la NFL

Aunque el sueño de Jorge suene lejano, el camino hacia la NFL no estaría totalmente virgen para alguien con raíces españolas. El ejemplo más icónico es el de Alejandro Villanueva, hijo de padres españoles, que tras jugar en Army, servir en Afghanistán y pasar por varias posiciones acabó consolidándose como left tackle titular y Pro Bowler con los Pittsburgh Steelers y Baltimore Ravens.

Otro caso simbólico es el de Jake Ferguson, Tight End de los Dallas Cowboys, que aunque es estadounidense, luce la bandera de España en el casco en homenaje a su abuelo, originario de Asturias.
Ese detalle resume bien hasta qué punto la NFL empieza a abrirse a historias ligadas a España. Algunos, como Villanueva, llegaron a ser referentes en su posición, Ferguson por su parte, mantiene viva la conexión familiar con el país de sus orígenes.
Han existido más jugadores con pasaporte o raíces españolas que han pisado la NFL, pero Villanueva y Ferguson son, a día de hoy, los casos más reconocibles para el gran público. El primero, como titular y Pro Bowler en la línea ofensiva de Pittsburgh, y el segundo, como pieza importante en el ataque de los Cowboys mientras luce la bandera de España en el casco en recuerdo a su abuelo asturiano.
Si algún día Jorge Díaz llama a la puerta de la liga, no lo haría como un marciano aislado, sino sumándose a una narrativa que ya tiene nombres, raíces y colores muy reconocibles para la afición española.
Solo el cielo es el techo

Jorge Díaz Nicolás todavía está muy lejos de la NFL en términos de recorrido, pero ya ha derribado varias barreras que hace unos años parecían inalcanzables para un kicker español. Ha pasado de las calles de Madrid a un instituto en Maryland, donde convirtió 15 de 19 field goals con un máximo de 53 yardas y 45 touchbacks, y de ahí a Virginia, un programa FBS de la ACC donde se forma a diario en un contexto de máximo nivel.
Su presente habla más de potencial que de realidad: aún debe ganarse snaps, traducir sus números de high school a la NCAA y sostener esa producción durante varias temporadas antes de poder pensar seriamente en training camps NFL. Pero el contexto juega a su favor, compite en una conferencia relevante, ocupa una posición donde a menudo se entra como agente libre y se suma a una pequeña pero creciente lista de nombres ligados a España que han encontrado su sitio en la liga, con ejemplos tan visibles como Alejandro Villanueva o Jake Ferguson.
Si el futuro le coloca o no en ese escaparate es una incógnita, pero su historia ya es, por sí sola, una señal de que el puente entre el football americano español y la élite profesional es cada vez más probable. Y desde La Doble C le deseamos toda la suerte del mundo a Jorge en su andadura y en poder llegar a la NFL.


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