
El defensa del Real Madrid atraviesa su primer momento complicado desde su llegada al club. Tras unos inicios brillantes, dos partidos grises lo han puesto en el centro de las críticas, pero su carácter y autocrítica apuntan al regreso de su mejor nivel.
Un inicio de ensueño
Desde su primer día en el Bernabéu, Dean Huijsen dio la sensación de haber nacido para vestir de blanco. Su adaptación fue inmediata y sus primeras actuaciones, impecables. Brilló en el Mundial de Clubes, convenció a Xabi Alonso y enamoró a la afición madridista con su salida de balón, su físico imponente y su madurez impropia de un jugador de 20 años.
El Real Madrid parecía haber encontrado a un defensa destinado a marcar una época. Pero, como suele ocurrir en el fútbol, la realidad cambió de golpe.
Dos tropiezos que dolieron
Todo lo que había construido comenzó a tambalearse tras dos actuaciones discretas: una en el Metropolitano ante el Atlético y otra en Anfield frente al Liverpool.
Errático y nervioso, Huijsen fue señalado en ambas derrotas. En un club como el Real Madrid, donde la exigencia no da tregua, la crítica se hizo notar rápidamente.
Además, el mal momento del equipo —dos partidos seguidos sin marcar y cierta pérdida de solidez defensiva— amplificó el foco sobre él. Durante el duelo ante el Rayo Vallecano, se le escuchó gritar: “¡Estamos dos para uno, ayuda!”, reflejo de la soledad que ha sentido en el campo.
Confianza total en Xabi Alonso
Pese a los tropiezos, la relación entre Huijsen y Xabi Alonso sigue siendo una de las claves de su crecimiento. Desde el primer día, el central ha visto en el técnico una figura de guía y aprendizaje.
“He hablado con Xabi y es la persona indicada para guiarnos. Conoce los valores del Real Madrid y estoy seguro de que nos esperan años fantásticos”, dijo en su presentación.
Por eso, tras el mal partido en el Metropolitano, no dudó en reconocer sus errores ante el grupo. Sin excusas ni orgullo. Un gesto que habla de su carácter y madurez.
Recuperando sensaciones
En los encuentros posteriores, especialmente en el Clásico, volvió a ofrecer una versión sólida: 86% de acierto en el pase, tres recuperaciones y todos los duelos ganados. La concentración, la energía y la confianza regresaron.
Aun así, el cuerpo técnico considera que su principal reto está en la regularidad mental: mantener la tensión competitiva y no relajarse tras los buenos momentos. Por eso, Huijsen ha pedido consejo tanto a Xabi Alonso como a los veteranos del vestuario. Sabe que la constancia será lo que marque su futuro en el club.
Madurez y autocrítica
Luis de la Fuente, seleccionador nacional, también ha destacado la actitud del defensa:
“Tiene una tranquilidad y una madurez enormes. Con Huijsen pasa algo parecido a lo de Lamine Yamal: tiene visión, salida de balón y la capacidad de afrontar cualquier situación con calma y responsabilidad”.
El joven central no se esconde. Reconoce sus errores y trabaja para mejorar. En los próximos partidos con La Roja, su objetivo será recuperar confianza, reencontrarse con su mejor versión y demostrar por qué muchos lo consideran uno de los defensas con más futuro del fútbol europeo.



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