El artífice del traspaso de Luka Doncic, ha sido finalmente despedido tras el mal inicio de temporada de los Dallas Mavericks
Aficionados lo sabían, jugadores, entrenadores y media liga también, el día que todos esperaban ha llegado: Nico Harrison ha sido despedido de los Dallas Mavericks. La tragedia de Santiago Nasar fue que todos conocían su destino y nadie movió un dedo; la de Nico Harrison, que todos intuían su caída, pero nadie levantó la voz mientras el edificio se derrumbaba lentamente.

Con Luka empezó todo
El 1 de febrero de 2025, algo se rompió en Dallas, ya que fue el día en el que la gerencia de los Mavericks, liderada por Nico Harrison, tomó la decisión de traspasar al talento generacional Luka Dončić, a cambio de Anthony Davis. El traspaso se viralizó en cuestión de minutos, fue catalogado como uno de los mayores errores de la historia, pero Nico Harrison parecía convencido de haber tomado la decisión correcta, asumiendo que el tiempo le daría la razón.
La afición de Dallas reaccionó rápidamente con protestas en el American Airlines Center escasas horas después de anunciarse el traspaso; Dallas había perdido una figura, un ídolo y una esperanza. Luka Dončić, por su parte, tampoco se lo tomó demasiado bien: »Sentí tristeza, estaba en shock…»
Cada derrota, cada buen partido de Luka en Los Ángeles, cada entrevista en la que Harrison quedaba retratado, era un capítulo más en esa novela que ya conocía su final. Como en el pueblo de Márquez, la sensación no era de sorpresa, sino de resignación; todos sabían lo que venía, solo faltaba que alguien lo escribiera.

Cooper Flagg, un rayo de esperanza
Después de no clasificar a Playoffs y perder a su mayor estrella, un inesperado golpe de ‘suerte’ cayó en Dallas; ese golpe tenía nombre y apellido: Cooper Flagg. Con un porcentaje bajísimo de posibilidades de obtener el pick 1 del draft, los Dallas Mavericks lo consiguieron en la noche de la lotería del draft.
Cooper es una de las mayores promesas del baloncesto mundial, y eso supone un rayo de esperanza para unos Mavericks necesitados de justo eso: esperanza. Pero como dice el dicho, ‘de esperanza no se vive’.

Inicio fatal
El mal inicio de los Dallas Mavericks tampoco ha ayudado a la situación de Harrison. El equipo tejano ha empezado 3-8, con Anthony Davis y Kyrie Irving lesionados, un paupérrimo porcentaje en tiros de tres y su entrenador, Jason Kidd, muy señalado, han acabado de rematar la decisión de despedir a Nico Harrison.
Y lo más grave parecen ser los números: 14º de la Conferencia Oeste, 29º ataque: 104.2 de offensive rating, 3ª defensa: 110 de defensive rating, 24º en net rating: -5.8 y 206.5M en salarios (3º).
Nadie lo despidió en secreto; lo despidieron lentamente, partido a partido. Como Santiago Nasar, Nico Harrison salió a la calle convencido de que aún tenía tiempo.
El tiempo ha hablado, Nico se equivocó
El GM de los Mavs dijo que el tiempo diría si tenía razón o no; pues bien, no la tenía. Harrison será no solo recordado por traspasar a Doncic, sino por dejar ir a Brunson, Grimes o Porzingis, entre otros. El gerente será recordado por los cánticos de ‘fire Nico’, un mandato marcado por sus malas decisiones, que quizás opacan aquellas buenas decisiones que llevaron al equipo a las finales hace poco más de 2 temporadas.
Sin embargo, cuando la noticia se hizo oficial, todos en Dallas fingieron sorpresa, como si no hubieran leído ya el último capítulo. La historia de Nico Harrison fue exactamente eso: una crónica de una ‘muerte‘ anunciada, escrita a muchas manos, el GM que traspasó a uno de los mejores talentos de la historia, Luka Doncic.



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