El duelo correspondiente a la jornada 10 de LaLiga se disputó en el imponente escenario de La Cartuja, bajo los focos de una noche sevillana que prometía intensidad desde el primer minuto. Betis y Atlético de Madrid se enfrentaban a las 21:00 horas en un choque marcado por las ambiciones europeas de ambos equipos y por el contraste de estilos entre el fútbol combinativo de Pellegrini y la solidez táctica del conjunto del “Cholo” Simeone.

El Atleti amenaza y ejecuta
La primera clara la tuvo el conjunto rojiblanco, tras un fallo en salida de Bartra los de Simeone tuvieron su primera oportunidad, pero Julián no estuvo fino en la finalización.
Una amenaza que no se queda en eso, el córner a favor de los visitantes ocasiona varios rebotes en el centro del área de Pau que le cae a Giuliano, el argentino no lo duda y da un zapatazo con la zurda desde fuera para marcar el primero en apenas el minuto tres.

Alex Baena, la clave del juego
Aunque tras el primer cuarto de hora el Betis parece empezar a espabilar, el Atleti tiene claro que en el verde, hoy, manda él.
Durante la primera parte ambos equipos han llegado al área en incontables ocasiones, Barrios y Baena son los protagonistas en el centro del campo de los colchoneros mientras que en el equipo verdiblanco Abde no les da tregua.
El ritmo no baja, el Betis quiere, pero el Atlético muerde. Cada salida desde atrás de los de Pellegrini es un examen: el bloque de Simeone presiona alto, roba y sale rápido. Giuliano, intenso en cada balón dividido, contagia al resto.
Y cuando el Betis olía la remontada, llega el segundo golpe antes del descanso: Baena firma un misil a la escuadra tras una transición rápida para poner el 0-2 con el que el Atlético se marcha al vestuario.

El Betis domina tras el descanso
En la segunda mitad del encuentro, el control de las oportunidades volvió a inclinarse hacia el lado del Real Betis. El conjunto verdiblanco salió con más decisión y consiguió dominar buena parte del juego, imponiendo su ritmo y manteniendo a los rojiblancos replegados en su propio campo. La intensidad y el empuje de los hombres de Pellegrini comenzaron a generar peligro constante en las inmediaciones del área rival, dejando claro que el equipo andaluz quería reducir la desventaja tras ir perdiendo 0-2 al descanso.
La peor noticia para el Atlético de Madrid llegó con la lesión de Pablo Barrios. El joven centrocampista, que estaba cuajando un buen partido, tuvo que abandonar el terreno de juego tras notar molestias musculares que le impidieron continuar. Su salida obligó al “Cholo” Simeone a mover el banquillo e introducir a Gallagher, buscando mantener el equilibrio en el medio campo y no perder solidez ante la presión bética.
El Betis, por su parte, continuó generando peligro y rozó el gol en una de las acciones más claras del encuentro. Adbe ejecutó una magnífica falta directa que hizo temblar el estadio al estrellarse con fuerza en el larguero, dejando sin opciones al portero rival. Fue una jugada que reflejó el buen momento de los verdiblancos y la falta de contundencia de un Atlético que, a lo largo de todo el segundo tiempo, no consiguió realizar ni un solo disparo entre los tres palos, evidenciando sus dificultades ofensivas y la falta de conexión en ataque.
Con el pitido final, el Atlético de Madrid pudo respirar aliviado tras resistir el empuje de un Betis que mereció más en la segunda mitad. Los de Simeone supieron aprovechar su efectividad en los primeros 45 minutos y defender con orden una ventaja que se les hizo larga, especialmente tras la lesión de Barrios. El conjunto verdiblanco, pese a su insistencia y un tramo final de dominio total, no logró materializar sus ocasiones y se marchó con la sensación de haber dejado escapar un resultado más justo. El Atleti, por su parte, se lleva tres puntos de oro que refuerzan su confianza y demuestran que, incluso sin brillar, sigue siendo un equipo capaz de ejecutar con precisión quirúrgica cuando más lo necesita.



Deja un comentario