Los mallorquinistas consiguen su primera victoria a domicilio en liga 6 meses despúes.

Tras un inicio de liga complicado y muchas críticas al cuerpo técnico, ha llegado la hora de callar, porque, señoras y señores, el Real Mallorca por fin ha recuperado su esencia. El conjunto de Jagoba Arrasate ha sabido remar en contra tras el tanto inicial de Vargas y ha rozado la perfección para realizar una gran remontada con los goles de Muriqi y Mateo Joseph (×2) en el segundo tiempo. Victoria de mucho prestigio que permite al Mallorca salir de los puestos de descenso.
Primera Parte: Dominio sevillista e intento de reacción del Mallorca
Pero antes de contar la gran remontada mallorquinista, vamos por partes. El conjunto hispalense saltó al terreno de juego con gran confianza y con ganas de generar enseguida peligro sobre la portería rival. Fruto de este atrevimiento son las grandes sensaciones con las que llegaba el Sevilla después de vencer al FC Barcelona por 4-1. Sin embargo, hoy parece ser que ese equipo que derrotó a los culés ha sido un espejismo.
Asimismo, el conjunto de Almeyda se adelantó en el marcador tras realizar llegadas discretas. En una de estas, José Carmona realizó una gran jugada por banda, aprovechando también la pasividad de la defensa bermellona, para así enviar un centro al segundo palo que Pablo Maffeo intentaría despejar; pero el despeje fue errado, cosa que aprovechó Rubén Vargas para, en el minuto 16 de encuentro, marcar el 1-0 y desatar la alegría en el Ramón Sánchez Pizjuán.

Tras el gol, el Mallorca no bajó los brazos y trató de lanzarse al ataque, sobre todo con la ayuda del talentoso Jan Virgili, quien, en el minuto 25, casi repite su gol frente a Colombia en el Mundial Sub-20, pero un gran Vlachodimos interceptó el tiro del joven catalán. El partido llegó entonces a un punto de transiciones por parte de los dos equipos: golpeaba el Mallorca y después hacían lo propio los locales.
Jan Virgili lo probó nuevamente en el minuto 36, tras una jugada “maradoniana” recorriendo 40 metros, con caño incluido, para llegar con opción de 1 vs 1 contra el portero; pero el chut fue flojo y acabó en las manos del guardameta sevillista.
Y así se llegó al descanso con el 1-0 a favor del Sevilla.
Segunda Parte: El Mallorca atrinchera al Sevilla y se lleva el duelo
El segundo tiempo empezó con un Mallorca que salió a morder desde el inicio. Prueba de ello fue la ocasión que tuvo Jan Virgili a los 45 segundos de la reanudación del juego: recuperación de Samu Costa en campo contrario; este se la dio nuevamente a Virgili, quien se metió en el interior del área y, con la zurda, envió un disparo blando que interceptó el portero sevillista. Sin duda, una gran ocasión para los baleares, que ya avisaban de lo que estaba por venir.

El partido entonces se puso de cara para el Mallorca, y cuando vas último en la tabla tras el calendario que has tenido, la mala suerte y con un 1-0 en contra, a veces en el fútbol ocurren cosas como estas: el Mallorca se lanzó con todo con la entrada de Mateo Joseph y Mojica. En una jugada iniciada por Sergi Darder, el “mago de Artà” combinó con Jan Virgili, para que este filtrara un pase a Muriqi en el área, y el kosovar marcara un auténtico golazo, al palo corto, desatando la alegría bermellona en Sevilla en el minuto 66.

Pero esto no acabó aquí: seis minutos más tarde, nuevamente Jan Virgili inició la jugada dejando el balón en banda para Mojica; el cafetero de Cali envió un caramelo al interior del área para que Mateo Joseph, quien llegaba desde atrás, perforara la portería del Sevilla y colocara el 1-2 en el minuto 72. Los dos jugadores de refresco habían revolucionado el encuentro, ¡y de qué manera!

Pero aún faltaba la guinda al pastel. Tras la pausa de hidratación, Samu Costa envió un pelotazo arriba al campo del Sevilla; mal despeje de Marcao, que aprovechó Muriqi para cabecear el balón y darle así un pase a Mateo Joseph, para que este, con una gran clase, definiera a las mil maravillas ante Vlachodimos y colocara el 1-3 en el marcador en el minuto 77. Éxtasis total en el banquillo visitante, cuyos jugadores conseguían liberarse de una presión que, al paso de las jornadas, estaba siendo cada vez mayor.

A todo esto, los jugadores del Sevilla estaban incrédulos ante lo que estaba pasando, preguntándose qué era lo que estaba fallando, pero nada ni nadie podía parar a este transatlántico balear, que se quería llevar los tres puntos fuera como fuera. En los minutos finales no hubo apenas reacción local, salvo un chute de Agoumé, quien rozó el palo de la portería defendida por Leo Román. Se llegó entonces al final del partido con 1-3 en el marcador.

Victoria importantísima y de mucho prestigio para el Mallorca, que coge aire y sale por fin del descenso tras un inicio de liga complicado. Los sevillistas se van de bajón tras el éxtasis de hace dos semanas frente al Barcelona y deberán analizar lo ocurrido.



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