Los babazorros cortan la racha impoluta del Elche en un gran partido de los vascos, que desactivaron a un Elche que no pudo imponer su fútbol en ningún momento y se marcha de Vitoria de vacío y con la expulsión de Affengruber.
Viajar al Norte de España es muy duro, son campos pequeños, fríos de temperatura y calientes respecto al ambiente y con equipos que destacan por su rigor táctico y capacidad de complicarle la tarde a cualquier rival y lo visto en Vitoria ha sido una nueva prueba.
Dominio blanquiazul sin premio en el primer tiempo
Desde el inicio del encuentro los de Eduardo Coudet han salido con la idea de anular el juego creativo del Elche, basado en la circulación rápida de pelota y con las bandas como puñales, todo ello no se ha visto hoy sobre la hierba de Mendizorroza.
Se han impuesto la fuerte presión y las llegadas por banda, sobre todo de Calebe, de los locales que no han encontrado el premio del gol ni un disparo de Jonny Otto que Iñaki desvió a córner y una internada por banda derecha del extremo brasileño que Pablo Ibáñez mandó fuera.
Los visitantes por su parte mostraron ciertos signos de reacción buscando disparos desde la frontal, como uno de Aleix Febas que Antonio Sivera desvió a saque de esquina, además de esto hay que destacar la lesión de Calebe que dejó su lugar en el campo a Carlos Vicente, que sería clave para tener los tres puntos.
Los cambios como llave de la victoria
La entrada del «7» local ha sido clave para sacar los tres puntos ante un rival que venía en racha, es cierto que tuvo que entrar de manera obligada pero especialmente en la segunda parte ha sido uno de los motores de su equipo, junto con Carles Aleñá a quién le ha bastado un cuarto de hora para ser decisivo con una asistencia a Toni Martínez para firmar el segundo gol.

Carlos Vicente celebra su gol de penalti ante el Elche/ X @Alavés
Las rotaciones que ha introducido Coudet han terminado de desequilibrar la balanza de un partido que parecía avocado al resultado gafas.
Otro factor decisivo fue la expulsión de Affengruber justo cuando el Elche estaba obligado a reaccionar con el 1-0, el central austriaco se marchó al vestuario antes de tiempo después de trabar a Toni Martínez de manera clara, siendo último hombre.
Esta inferioridad numérica fue probada con el segundo gol del Deportivo Alavés donde se vieron las costuras alicantinas en una contra conducida por Carles Aleñá y finalizada por Toni Martínez a diez minutos del final.
André Silva buscó dar emoción al descuento
Después del segundo gol, los visitantes buscaron tirar de orgullo y luchar el partido hasta el final y con el gol de André Silva parecía que todo podía pasar.
El delantero portugués acudió por tercera jornada consecutiva, a su cita por un gol después de rematar en la zona del segundo palo, un centro desde la izquierda de Germán Valera, que la colgó prácticamente desde la línea de fondo.

André Silva celebra su gol para recortar distancias en Vitoria/ @elchecf
Después de un pequeño suspense por ver la posición del extremo madrileño, el VAR dio el tanto por válido y a falta de dos minutos para el final la esperanza se hacía presente.
Lucas Boyé cierra el partido y estrena su casillero como babazorro
Justo sacar de centro llegó el tercer y definitivo tanto de los locales de uno de los fichajes de este mercado de verano, como es el argentino Lucas Boyé que llegó del Granada sobre la bocina y tras superar unos problemas físicos ha entrado en el once inicial de Coudet.
Y el punta argentino le ha devuelto la confianza a su compatriota después de culminar una gran jugada colectiva con un disparo ajustado, desde algo más atrás del punto de penalti, inalcanzable para Iñaki Peña.

Lucas Boyé celebra un gol durante su etapa en Elche/ Cadena SER
Este es el primer tanto de Boyé con el Alavés, casualidades del destino, lo firmó contra uno de sus ex equipos, donde se desató como gran goleador y estuvo a punto de llevarlo a la Copa América de 2021 en Brasil.



Deja un comentario