El conjunto rojiblanco sigue en un momento estelar y vuelve a endosar otra «manita» en el Metropolitano frente al Eintracht Frankfurt para firmar la primera victoria del curso europeo y resarcirse de la derrota sufrida en Anfield contra el Liverpool.

El Atlético de Madrid ha resurgido de las cenizas en una semana mágica con tres triunfos en los últimos siete días, además de anotar 13 goles y encajar solamente 5. El crecimiento del equipo ha venido de la mano con la irrupción de Julián Álvarez, que ha vuelto a ser fundamental en el encuentro con asistencias y una diana.
El nivel exhibido del equipo alemán ha decepcionado mucho. La escasa sensación de peligro generada y las facilidades otorgadas en defensa han allanado el camino del contrincante. A pesar de tener un ratio de goles muy alto en los últimos partidos, la línea ofensiva solamente remató seis veces a portería y marcando un gol.
De «principito» a «monarca»
Nada más comenzar la primera parte, el equipo rojiblanco abrió el marcador en el minuto 4 con el primer gol de Raspadori en su nueva casa luego de un centro raso que despeja la zaga rival y que el italiano caza y remata a placer. En los primeros compases del encuentro, el Atlético ya mandaba en el luminoso con su primera llegada al área contraria.
Poco después del tanto, el conjunto rojiblanco fluía en el césped del Metropolitano, completamente desatado luego de la histórica «manita» al Real Madrid que ha servido para soltar las incertidumbres y miedos. Pasado el primer cuarto del partido, el Eintracht parecía dar un paso al frente para presionar arriba y forzar el error rival, además de generar cierto peligro en la portería de Oblak. Las «águilas» lo intentaban con el control del balón, tratando de realizar posesiones largas y ganando metros.
Alcanzada la primera media hora de juego, el Atlético de Madrid retomó el control del partido y en el minuto 33 el equipo volvió a golpear en un saque de esquina que atacó Griezmann en el primer palo, sacando un remate que bloqueó Kaua Santos, pero Le Normand estuvo atento y marcó a placer para hacer el segundo.
Con este gol, el equipo alemán estaba en la lona, concediendo muchísimo en defensa y sin probar todavía a Jan Oblak. En el descuento, apareció Antoine Griezmann después de una zancada de Julián Álvarez que dejó atrás el balón para que el francés anote y bata al cancerbero brasileño. El Atlético de Madrid se marchaba a vestuarios con una renta de goles muy buena y dejando sin opciones al Eintracht.
Con esta diana Griezmann llegó a los 200 goles con el club de su vida y aumentaba su legado en el Atlético. El delantero se acordó y lo celebró mostrando al estadio una camiseta con su nombre y el número «200», en referencia clara a la cifra de goles que ha alcanzado en el club.

Una cumbia argentina para rematar al rival
Con los equipos saliendo de los vestuarios, la segunda parte daba inicio. El ritmo del partido era algo bajo, algo obvio debido a la tremenda ventaja que ha sacado el equipo colchonero en la primera mitad. Poco después, ambos equipos movían ficha para tratar de mantener el resultado o buscar el gol que les meta en el partido. El Cholo no podía dirigir al equipo desde el banquillo debido a la sanción impuesta por la UEFA tras el duelo en Anfield.
En el minuto 57, el Eintracht recortaba distancias con el tanto de Jonathan Burkardt como consecuencia de un desajuste defensivo de los colchoneros por el flanco diestro que Knauff aprovechó tras un cambio de orientación, metiendo la pierna y habilitando a Burkardt para que anote el tanto de la esperanza. Parecía que con esta diana el equipo recibiría alas para afrontar los siguientes minutos, pero el Atlético rebajó las pulsaciones con posesiones largas.
En el minuto 67, el colegiado anuló el segundo gol de Griezmann señalando una mano del francés cuando se disponía a rematar. Este susto para el Eintracht impulsó al Atlético para ganar metros y volver a acercarse a la portería del equipo visitante.
Hasta que en el minuto 70, en otro córner botado por Julián desde la esquina derecha el balón conectó con Giuliano para fusilar en el primer palo de cabeza. En este contexto, el duelo ya estaba prácticamente finiquitado y el conjunto de Dino apenas olía el esférico dominado por el Atlético.
Pocos minutos después, Antoine Griezmann reclamaba una posible mano dentro del área de Amenda. Acto seguido, el VAR llamó al árbitro para revisar la jugada y luego de verla detenidamente decretó penalti a favor del conjunto rojiblanco. La araña volvió a coger responsabilidades desde los once metros y marcó la pena máxima de «panenka» en el minuto 82, pese a que el portero palmeó el lanzamiento.
Con el pitido final, el Atlético certificó sus primeros tres puntos en la Champions League y confirma su buen estado de forma goleando a otro rival como el Eintracht de Frankfurt. Una vez más, Julián Álvarez siendo el eje central de este equipo que empieza a escalar posiciones y pone en alerta a los demás equipos del buen nivel que muestra en el campo.




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