Con 23 años y toda una carrera prometedora por delante, Álex Rubio forjó sus primeros años de carrera en tierras murcianas. Pasando de Autonómica de Madrid al Muleño CF al norte de la Región de Murcia. Año donde destacó y acabó recalando en un Real Murcia candidato en el que completaba su primera campaña en Primera Federación.

Con toda una carrera prometedora por delante, Álex Rubio es un delantero de 23 años que actualmente milita en el filial del Villarreal. Un club que estos últimos años, con la explosión mediática y profesional que ha conseguido la entidad, han logrado un gran trabajo con su cantera. Unas bases formativas que reciben el reconocimiento de todos los clubes nacionales que también se benefician de las estrellas que forman y que acaban saliendo a sus equipos en categorías profesionales.
La necesidad de retos nuevos en su carrera y el encontrar su sitio como uno de los futbolistas más importantes de la plantilla, hicieron que Álex Rubio abandonara el Real Murcia. Un club que a pesar de su gran afición, se ha visto rodeado de problemas externos que muchas veces no eran acompañados desde la directiva o incluso en las conexiones entre futbolistas y cuerpo técnico. Un conjunto de hechos que no permitieron a Álex Rubio disponer de los minutos que realmente merecía.
La presencia es importante
El caso de Álex Rubio es una muestra más del joven talento que llega a la Región de Murcia y que de una forma u otra acaba viéndose apartado sin opción a oportunidades dignas. A principio de temporada, Álex disponía de minutos con Gustavo Munúa, un entrenador con experiencia que tuvo que ser destituido al no cumplir con las expectativas del equipo. Minutos que no eran suficientes ya que en su mayoría, eran minutos reciclados desde el banquillo.
Poco después, con la llegada de Pablo Alfaro, esos minutos como revulsivo desaparecieron y pasaron a no existir. Un futbolista joven, en plena ebullición y sin minutos, la fórmula perfecta para la extinción. Situación frustrante para un futbolista capaz de generar y resolutivo en acciones ofensivas que no fue ni mucho menos aprovechado.

La situación cambió al año siguiente marchándose al Antequera donde participó en 28 ocasiones y disputó el playoff de ascenso a Segunda División, donde anotó frente a la Ponferradina en los dos partidos de la eliminatoria aunque fueron eliminados por las posiciones previas de la temporada. Álex Rubio dio un rendimiento magnífico que le llevó a la llamada del Villarreal.
El club groguet confía en él como el 9 principal de su filial para convertirse en el máximo artillero de la plantilla. Por fin y después de muchos intentos, Álex Rubio disfruta en un equipo donde se le valora, es importante y en el que tiene proyección de cara al futuro. Su paso por el Villarreal B puede ser la oportunidad de oro para que pueda demostrar que tiene el nivel suficiente para ser futbolista de Primera División.



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