Tras cinco años de sequía, Marc Márquez Alentá, a la edad de 32 años y a falta de cinco carreras para que concluya la temporada, vuelve a ser campeón del mundo de MotoGP nuevamente en el circuito de Motegi, esta vez de la mano del Ducati Lenovo Team, equipo ganador del mundial de constructores y que le han brindado al «93» las armas necesarias para así, después de mucho tiempo, volver a tocar el cielo y recuperar el trono que realmente jamás había perdido.

La bola del «8» no era el final del juego
Nada más y nada menos que 9 mundiales son los que posee «el tro de Cervera» en su palmarés, igualando a grandes pilotos como Carlo Ubbiali, Mike Hailwood y sobretodo a su rival en el pasado Valentino Rossi, pero este noveno título supone mucho más que esto para Marc, ya que lo ha logrado realizando una de las mayores gestas recordadas en la historia no solo del motociclismo, sino del deporte en general, y demostrando que la bola del «8» conseguida en 2019, no era el fin de su carrera.
Cabe mencionar que con este campeonato, Marc Márquez entra en el club de los pilotos más longevos de la historia en haberse proclamado campeones, y en ser uno de los pocos en hacerlo pero con distintas fábricas junto a Giacomo Agostini, Eddie Lawson, Valentino Rossi y Casey Stoner, lo cual hace aún más único este gran logro.


«Una oportunidad más»
Todo comenzó aquel 19 de Julio de 2020 en Jerez, donde tras una terrible caída en la curva 3 de aquel trazado, Márquez sufriría una lesión en el húmero derecho que le dejaría una impactante cicatriz de por vida, y le hizo dudar incluso de sí mismo, de su potencial y sobre todo si realmente merecía la pena seguir. Desde entonces, el camino hasta a día de hoy no ha resultado nada fácil para el de Cervera, ya que ha estado plagado de espinas y piedras que han alargado su regreso al más alto nivel.
Pero Marc no es de aquellos que se queda viviendo en la conformidad. Cuando la retirada se estaba asomando, permitió darse una oportunidad más renunciando a todo, a su familia en Honda, al dinero que no ganó en Gresini, a los sabios consejos de su queridísimo abuelo y apostándolo «todo al rojo» fichando por equipo oficial de Ducati, y ha salido todo redondo, ya que el 28 de Setiembre de 2025 en Japón, a pesar de tener que conformarse con la segunda plaza, logró batir a su rival más duro, él mismo.
Los grandes campeones nunca se cansan de ganar, y Marc Márquez lo ha vuelto a demostrar, protagonizando una de las historias más conmovedoras a la vez que inspiradoras en el mundo del deporte, y muy posiblemente de la vida en general.





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