La espera ha terminado: este jueves el Real Betis Balompié debutará en la Europa League 2025-26 recibiendo al histórico Nottingham Forest en el Estadio de La Cartuja (21:00 h). Será un encuentro que enfrentará a un Betis con ganas de resarcirse de su irregular inicio liguero y a un Forest que regresa a Europa después de décadas lejos de los focos internacionales.
Un Betis con bajas, pero en crecimiento
El conjunto de Manuel Pellegrini llega con la moral en alza tras su convincente victoria por 3-1 ante la Real Sociedad en LaLiga, un resultado que ha devuelto confianza a la afición verdiblanca. Sin embargo, el técnico chileno tendrá que lidiar con varias ausencias de peso: Diego Llorente, Marc Bartra, Héctor Bellerín, Isco y Nelson Deossa no se ejercitaron con el grupo y todo apunta a que serán bajas.
Pese a ello, el Betis mantiene una plantilla de calidad, con nombres como Lo Celso, Fornals, Abde y Antony, que buscarán aprovechar las debilidades de la defensa inglesa. Además, se esperan rotaciones para dosificar esfuerzos en una temporada en la que los heliopolitanos aspiran a competir en todas las competiciones

Nottingham Forest: ilusión y presión por volver a Europa
El Nottingham Forest, uno de los clubes más históricos de Inglaterra —dos veces campeón de Europa en los años 70—, vuelve al escaparate continental con la intención de dar guerra. El equipo dirigido por Ange Postecoglou ha invertido fuerte en fichajes este verano, aunque su inicio en la Premier ha sido irregular, con problemas defensivos evidentes.
Aun así, Forest tiene jugadores peligrosos en ataque y buscará sorprender con presión alta y transiciones rápidas, un plan que podría complicar al Betis si los locales no logran imponer su ritmo.

Claves del encuentro
La defensa verdiblanca, mermada por las bajas, deberá mantenerse concentrada para no conceder espacios a la contra.
La pegada ofensiva del Betis será fundamental: los de Pellegrini han demostrado capacidad de generar ocasiones y podrían aprovechar la fragilidad defensiva rival.
El factor físico y la gestión del ritmo, especialmente en la segunda parte, puede marcar la diferencia en un encuentro de alta exigencia.



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