Anoche St. James Park vivió un choque vibrante que dejó al Barcelona con una victoria sobre el Newcastle United por 2-1 en su estreno en la fase de grupos de la Champions League. Fue un guión típico de rivalidad, intensidad y momentos de brillantez individual que inclinaron la balanza en favor de los visitantes.

Contexto y primer tiempo
El partido arrancó con las urracas presionando alto, queriendo imponer su carácter en casa, dominar los primeros minutos y generar peligro por las bandas. Anthony Elanga fue uno de los más activos por la derecha, desbordando y probando a la zaga del Barça.
El conjunto culé, quizá resentido por algunas bajas (como Lamine Yamal, Alejandro Balde y Gavi), trataba de mantener la posesión, buscar espacios y mover el balón con calma. Aun así, le costaba traducir su dominio en ocasiones claras, mientras Newcastle se mostraba peligroso en los contragolpes y tiros lejanos.

Al descanso, el marcador seguía en blanco. Imprecisiones, defensas ordenadas y algún que otro susto para los blaugrana, pero sin goles. Los de Hansi Flick controlaban más la pelota, pero sin profundidad.
La segunda mitad: el momento de Rashford
Tras la reanudación, el ritmo bajó un punto para el Newcastle. El Barça empezó a asentar mejor su juego, Pedri y De Jong se hicieron dueños del medio, Raphinha y Rashford empezaron a aparecer más en las transiciones ofensivas.
El primer gran momento llegó al minuto 58, cuando Marcus Rashford, bien ubicado, cabeceó un centro desde la derecha de Jules Koundé y batió al portero Nick Pope. Era su primer gol como blaugrana en la Champions.

Entonces, en el minuto 67, Rashford repitió con un gol de mucha calidad: colocación, potencia, y precisión. Recogió un rebote fuera del área, se giró y soltó un disparo que besó el larguero y se coló. Un golazo que dejó claro su nivel cuando tiene espacios.

Con ese 0‑2, parecía que el Barcelona tenía el manejo del partido. Los de Newcastle no bajaron los brazos, pero les costaba generar claridad ante la defensa catalana. Y por si fuera poco, perdieron a Fabian Schär tras un golpe en la cara, lo que desestabilizó un poco la retaguardia.
Final frenético
Cuando todo parecía encaminarse sin sobresaltos para Barcelona, el Newcastle sacó fuerzas al final. En el minuto 90, Anthony Gordon marcó tras una combinación bien trabajada con Jacob Murphy, rematando un centro al segundo palo para poner el 1-2.
El gol encendió el estadio, generando nervios en los minutos de descuento, con el Newcastle lanzado a la igualada, mientras los culés trataban de aguantar con orden, posesión y algunas interrupciones tácticas. Finalmente, cuando el árbitro pitó el final, los catalanes respiraron.

Lo que dejó el partido
- Marcus Rashford se reivindicó: debut en Champions con el Barça marcado por dos goles de gran calibre, uno de cabeza y otro con misil ajustado a la escuadra, demostrando que puede ser diferencial.
- El Barcelona mostró carácter, adaptación y eficacia cuando se vio apretado, especialmente tras el descanso. Aunque dejó brechas, supo cerrar cuando fue necesario.
- El Newcastle, aunque derrotado, hizo muchas cosas bien: presión alta, llegadas claras, insistencia hasta el último minuto. La diferencia fue la contundencia y el acierto en momentos clave para los culés.
- Algo para mejorar: tener mejor inicio, evitar sustos al final, y concretar oportunidades propias.


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