En uno de los partidos más interesantes y frenéticos de esta semana europea, el central neerlandés acaba dándole la victoria al conjunto de Arne Slot que vio como el duelo se les puso patas arriba con el empate de Llorente en los últimos 10 minutos.

Con la cabeza bien alta
El Atlético de Madrid no ha comenzado muy bien su andadura europea para la campaña 25/26, ya que cuando el encuentro parecía terminar con un reparto de puntos, un cabezazo del capitán Van Dijk le otorgó los tres puntos al Liverpool FC en Anfield y evitó lo que hubiera sido el primer tropiezo del conjunto red de la temporada. No obstante, el equipo del Cholo ha expuesto algunos detalles positivos dentro del campo que ilusionan a los seguidores colchoneros.
Arranque horripilante, final esperanzador
En los primeros compases del partido, el Liverpool comenzó a acercarse a la portería de Jan Oblak hasta que en el minuto 4 una falta peligrosa a favor del equipo local cometida por Lenglet cerca de la frontal la ejecuta Salah para asistir a Robertson, quien desvía el trayecto del esférico con un toque y lo introdujo en el fondo de las mallas del arco rojiblanco.
Dos minutos después, una jugada colectiva del Liverpool dejó solo a Salah que ganó el espacio y batió por bajo al portero esloveno tras un agujero defensivo de Nico González, Javi Galán y Lenglet. Con el tanto del egipcio, el Atlético vivía un auténtico infierno en Anfield y necesitaba encontrar la forma de reaccionar lo antes posible para no llevarse una goleada de escándalo.
Si embargo, el Liverpool no bajó el ritmo y siguió invadiendo la zona contraria con un remate de Salah que se marchó fuera por muy poco. Llegados a la media hora de juego, el Atleti mejoró su imagen pero todavía estaba lejos de poner en aprietos al conjunto inglés.
En el minuto 32, un fallo clamoroso de Barrios en la salida de balón casi propició el tercer gol de la noche, cediendo el balón Isak a Salah para probar a Oblak, quien detuvo en dos tiempos el disparo. Acto seguido, el colegiado había señalado la pena máxima tras un pase atrás de Frimpong que parecía tocar la mano de Lenglet, pero afortunadamente el VAR entró en escena para advertirle al árbitro que lo valore de primera mano en el monitor y finalmente rectificó y no decretó penalti para el Liverpool.
Ya en el descuento, Raspadori devolvió el balón a la zona frontal del área, donde se encontraba Llorente, quien preparó el golpeo y sacó un punterazo que era imposible para Alisson, recortando distancias en el luminoso antes de irse a vestuarios. Ya señalado el descanso, el Atlético conseguía sacar oro con el tanto de Llorente para reducir nervios y tensiones y hacer creer a los jugadores de que aún hay partido por delante.

De la euforia a la crueldad
Al inicio de la segunda mitad, ningún equipo movió ficha y permanecieron con el mismo esquema de juego. El equipo de Simeone salió con orgullo y coraje para tratar de arreglar lo estropeado. Conforme pasaba el tiempo, Arne Slot y el Cholo realizaron varios cambios como Koke por Raspadori y Ekitike por Isak.
En el minuto 64, el conjunto local pilló desprevenido al Atleti con un contragolpe letal en el que Ekitike le hace el pase de la muerte a Salah para que liquidara el partido, pero se topó con el poste. El Atlético empezó a sufrir las consecuencias de salir de la cueva y buscar el gol del empate.
Pero todo esfuerzo tiene su recompensa. En el minuto 81, de nuevo Llorente se puso la capa de superhéroe y rescató al equipo colchonero aprovechando un rebote en la frontal que conecta con una volea que toca en la zaga inglesa y consigue entrar entre los tres palos. Con ese marcador, el Liverpool empezó a ver fantasmas del último enfrentamiento en Anfield con el Atleti, donde Llorente volvió a ser protagonista con un doblete para remontar y eliminar al equipo red.
El equipo de Arne Slot le puso una marcha más a su distribución de balón, pero sin lograr mucho éxito. El partido agonizaba y muchos aficionados desplazados a Inglaterra comenzaron a celebrar un empate valioso en un campo complicado como Anfield. Todo era felicidad hasta la llegada del caos.
En el descuento, un saque de esquina lanzado por Szoboszlai encuentra a Van Dijk para ganar el sitio a Le Normand y conectar un cabezazo imperial para desatar la locura en el estadio. El Atleti sufrió un revés muy doloroso y el técnico argentino tuvo problemas con un aficionado del Liverpool que, al parecer, le mostró una peineta, desembocando en un enfrentamiento que pudo haber acabado mal sin la intervención de la seguridad. Simeone fue expulsado tras esa acción y se perderá el siguiente enfrentamiento europeo.
Con el pitido final, en una cara de la moneda Anfield estalló de felicidad y júbilo tras el épico tanto del capitán Van Dijk. En la otra cara de la moneda al Atleti se le escapa un punto que podía motivar un poco más a la plantilla y confiar en el juego.

La reacción del equipo, lo mejor del encuentro
Puede que el Atlético de Madrid regrese a Madrid decaído y triste, pero no se ha ido con las manos vacías del todo. El orgullo y la reacción en el final de la primera parte y en la segunda mitad demuestra que el equipo ha mejorado la mentalidad y ha podido competir ante todo un campeón de la Premier League, logrando desquiciar a la grada de Anfield y silenciando a la afición del Liverpool. Lo que falta es el resultado, pero lo más seguro es que en esta dinámica el equipo va en buen camino y los puntos llegarán tarde o temprano.



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