Anoche, a las 21:00, el FC Barcelona ofreció un recital de fútbol en su casa que por ahora es el Estadi Johan Cruyff al golear 6-0 al Valencia CF, en un partido correspondiente a la 4ª jornada de La Liga. Fue una actuación contundente, vistosa y fanfarrona, en la que los blaugranas no dejaron absolutamente nada al azar.
El contexto
Barcelona llegaba con una necesidad de reafirmarse tras un inicio de Liga con altibajos y la obligación de no dejarse descolgar del Real Madrid, líder. Valencia, por su parte, iba al Johan Cruyff con la intención de aguantar, de sorprender un poco, pero fue incapaz de frenar el empuje rival. Además, el club azulgrana jugaba en “casa”, aunque no en el Camp Nou: debido a las obras de renovación, el partido se trasladó al Johan Cruyff, con un aforo muy inferior (unos 6.000 espectadores).
Primera mitad: dominios y la apertura del marcador
Desde el primer minuto, Barcelona tomó el control del balón. Dominio territorial y presión alta, con Pedri moviendo los hilos y Fermín López emergiendo como protagonista constante. El conjunto che apenas asomaba, intentando cerrar espacios, replegar líneas, pero sin mantener posesión ni crear peligro real.

El primer gol finalmente llegó en el minuto 28, obra de Fermín López. La jugada arrancó con un pase largo de Cubarsí, seguido de una dejada de Ferran Torres, y Fermín remató escorado para abrir el marcador. El gol liberó al Barça, que siguió atacando con ímpetu.
Antes del descanso, el conjunto culé generó más ocasiones, con combinaciones por los costados, incursiones de Rashford y movimientos fluidos entre líneas. El Valencia resistía lo justo, sin capacidad para contragolpear con peligro.

Segunda mitad: estocada definitiva
Al volver del descanso, la intensidad de los locales se mantuvo, pero subió a otro nivel. Los cambios fueron determinantes: Raphinha salió desde el banquillo y marcó dos goles; más tarde, Robert Lewandowski también anotaría dos tantos, aprovechando su instinto goleador.
El 2-0 de Raphinha no tardó demasiado: recibió un centro de Rashford desde la banda derecha, ganó espacio entre los defensas del Valencia y definió a la perfección.
Poco después, Fermín volvió a aparecer, esta vez con un disparo de larga distancia espectacular, que no dejó opciones al portero visitante. El tercer gol enterraba ya cualquier esperanza ché.

Lewandowski se encargó de cerrar el marcador con dos goles más hacia el final. El ambiente en esas fases fue de absoluto dominio blaugrana: todos los jugadores aportando, un Valencia desbordado, sin capacidad de reacción.
Lo más destacado
Fermín López fue sin duda el jugador del partido: dos goles, intensidad, trabajo, juego combinativo, peligro constante.
Raphinha demostró que su papel, aunque haya que esperar su momento, puede ser diferencial: dio solución desde el banco.
Lewandowski sigue siendo fiable, incluso con menos minutos: al menor descuido rival, aparece para castigar.

Destacando también la vuelta tan esperada de Marc Bernal después de la larga lesión de cruzado.

En el aspecto colectivo, Barcelona mostró gran fluidez, recuperación rápida de balón, transición veloz y mucha movilidad en ataque.
Con esta goleada, el Barça suma 10 puntos y se sitúa segundo en la tabla, bastante cerca ya del Real Madrid. Es un espaldarazo moral importante, justo antes de afrontar compromisos exigentes en otras competiciones. Para el Valencia, la derrota es dura, tanto por el resultado como por la sensación de impotencia: urge rehacerse y recuperar confianza.
También cobra sentido la importancia de la profundidad de plantilla: jugadores como Raphinha o Fermín, o la aparición de jóvenes que aportan frescura, permiten mantener un nivel alto aún con rotaciones o tras parones.Los pupilos de Hansi Flick demostraron ayer que, cuando todas las piezas funcionan, puede hacer de cualquier partido suyo.
En resumen: un Barça contundente, que no dio alas al rival, que fue efectivo, creativo, goleador, y lo hizo con elegancia. Una noche que los aficionados recordarán con una sonrisa grande, y que coloca al equipo en una buena posición para lo que viene.


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