Un gol en el 96′ salvó los muebles del cuadro local en su debut en la categoría y en su nueva casa.

Primera parte
El encuentro empezó con un respeto notable por el adversario. No obstante, un Sule Sidibe muy incisivo por banda derecha abrió la lata a los 6 minutos con un potente disparo desde fuera del área. Luego, Boris Kouassi buscó un balón al espacio interceptado por Campins. El delantero marfileño reclamó penalti, pero el colegiado Nil Cubas no lo señaló.
Dan Ojoj se plantó mano a mano con Pau Torres y Dauda Koné le birló el esférico en última instancia. Acto seguido, Sidibe comandó el contraataque de los suyos. O sea, el cuadro local no solo resistía atrás, sino que también percutía en las transiciones. En consecuencia, su oponente también buscó las cosquillas así, de modo que los marcajes visitantes fueron muy agresivos. Esto conlleva un desgaste físico extra, pero la pausa de hidratación previa a la media hora de juego lo suavizó.
Antes del descanso, Adrián cabeceó fuera un córner botado por Fer Cano, aunque en la siguiente acción este puso las tablas. En concreto, Cano cazó un balón muerto en la frontal del área y mediante una bolea introdujo el esférico en la portería lleidatana. Algo que enmudeció a los espectadores presentes en el Camp d’Esports. Con esto, el marcador reflejó un contundente 1-1 fruto de los únicos tiros a puerta de los contendientes.

Segunda parte
Tras el paso por vestuarios, Xavier Giménez dio entrada a en detrimento de Armando, sancionado con cartulina amarilla. Se guardó en salud el técnico visitante, el cual planteó un esquema más agresivo en la reanudación. Esto es debido a que sus pupilos adelantaron líneas de presión. Sin embargo, al Atlètic Lleida no le quemó la pelota y salió jugando desde atrás en más de una ocasión. De hecho, su afición lo agradeció con aplausos, de igual forma que los recibió Carlos Mas al ser sustituido por Giovanni. Aunque para aplausos, la sonora ovación que se llevó Pau Torres cuando le negó el gol a Fer Cano. El guardameta realizó una parada de mérito que prolongó el empate en el luminoso.
Con el paso del tiempo, el conjunto visitante fue ganándole terreno a su rival. En consecuencia, Gabri hizo un triple cambio en el 70′. Moró cayó dentro del área del Torrent, no se decretó pena máxima y el Camp d’Esports manifestó su disconformidad. Después, la segunda pausa de hidratación calmó las aguas en la capital del Segrià.

Boris Kouassi cayó tendido en el césped, no hubo nada a instancias del colegiado y en esa misma jugada, Moró casi marca el 2-1. Por consiguiente, el gesto fue protestado por parte de la parroquia valenciana. A falta de 6 minutos para el término del tiempo reglamentario, Boris Kouassi anotó el 1-2. En una jugada entrecortada, el atacante fue el más listo de la clase, viendo puerta tras amagar a su marca. El Atlètic Lleida buscó la réplica con un chut desviado de Jordi Ortega.
Los últimos minutos se rigieron por las constantes pérdidas de tiempo del Torrent, que supo jugar sus cartas para arañarle segundos al marcador. Pasada la hora y media reglamentaria, el goleador Boris Kouassi fue expulsado con roja directa al propiciarle un codazo a Dauda Koné.
Así las cosas, se añadieron 7 minutos de prolongación. En el primero de estos, el revulsivo Asier Ortíz remató alto con la testa, el mismo que poco después lo intentó de nuevo. Ya cuando la derrota leridana parecía definitiva, el propio Asier apareció para poner el definitivo 2-2. Por si fuera poco, esto impulsó a que ambos conjuntos pugnasen impulsivamente por los tres puntos. Finalmente, hubo reparto de puntos en un estreno liguero que no deja indiferente a nadie.



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