El Fluzao termina su participación en el torneo con un gran sabor de boca tras quedarse a dos partidos de alzarse con título. Los de Renato Gaucho han sido la gran revelación del Mundial.
Un Chelsea imponente lidera el primer tiempo
En una primera mitad intensa, el Chelsea se marchó al descanso con una ventaja parcial de 1-0 frente a Fluminense. El único gol del encuentro, hasta aquel momento, fue obra del flamante fichaje João Pedro, quien no solo estrenó camiseta, sino también el marcador, con una diana de enorme calidad. El atacante brasileño, que llegó a Londres hace apenas nueve días, aprovechó un balón suelto en la frontal del área en el minuto 18 y, con un disparo seco y ajustado, batió al arquero Fábio sin darle opción. Por respeto a su exequipo, el delantero no celebró el tanto y pidió disculpas mirando a la grada del conjunto carioca, un gesto que fue aplaudido incluso por algunos de sus antiguos aficionados.
El gol del Chelsea marcó un punto de inflexión. Hasta ese momento, el partido se mantenía parejo, con Fluminense bien plantado y buscando salidas rápidas, especialmente por el costado izquierdo con Keno. Sin embargo, tras el tanto, el equipo de Enzo Maresca se adueñó de la posesión, moviendo el balón con criterio y generando varias llegadas peligrosas a través de Cole Palmer y Raheem Sterling. Pese al dominio inglés, el conjunto brasileño no bajó los brazos. En el minuto 31, una acción a balón parado casi termina en empate, pero el lateral Cucurella salvó bajo palos un remate a bocajarro de Marquinhos. También se vivió un momento de tensión cuando el árbitro Francois Letexier revisó en el VAR una posible mano de Chalobah dentro del área, aunque finalmente no se concedió penalti por considerar que no era una posición antinatural.
El descanso llegó con un Chelsea superior en posesión y ocasiones, pero con un Fluminense que ha demostrado tener herramientas para complicarle la vida a los ingleses en la segunda parte. Nada está decidido aún, y todo apunta a que la segunda mitad será igual de disputada y emocional.
Adiós al sueño carioca
En el reinicio tras el descanso, el Chelsea salió decidido a sentenciar el semifinal ante Fluminense. La clave llegó en el minuto 56, cuando João Pedro, el autor del primer gol, volvió a brillar: inició la jugada arrancando desde la banda izquierda, recortó al centro y lanzó un potente disparo cruzado que rebotó en el larguero antes de introducirse en la red (0‑2) . El brasileño, fiel a su estilo, volvió a no celebrar el tanto, disculpándose con su antiguo equipo y ganándose aún más apoyo.

Tras el segundo tanto, Chelsea mantuvo el control, dominando el mediocampo gracias a la labor incansable de Moisés Caicedo y Enzo Fernández, mientras Fluminense reaccionaba con cambios ofensivos, incluyendo la entrada de Keno y Everaldo, que se mostraron más activos tras el descanso. En el minuto 63 se vivió un tiro escorado de Keno que exigió una gran estirada de Robert Sánchez, demostrando que Fluminense sigue vivo pese al marcador adverso . No obstante, la defensa del Chelsea permaneció firme, con Cucurella y Chalobah vigilantes, y Sánchez atento bajo palos.
En los últimos diez minutos, el Chelsea supo manejar el partido con inteligencia y sin sobresaltos. Con el 2‑0 en el marcador gracias al doblete de João Pedro, el equipo inglés priorizó la posesión y la solidez defensiva. Maresca movió el banquillo, dando entrada a hombres como Andrey Santos y Dewsbury-Hall para reforzar el control del mediocampo.
Fluminense, pese a la desventaja, no dejó de intentarlo. Keno, Arias y Soteldo buscaron el descuento por bandas, aunque sin generar ocasiones claras. En el minuto 84, Jackson pudo marcar el tercero para el Chelsea, pero su disparo se marchó por poco. Ya en el descuento, Robert Sánchez fue amonestado por pérdida de tiempo, en una de las pocas interrupciones del tramo final. El equipo brasileño mostró orgullo hasta el último minuto, pero no logró inquietar a la defensa inglesa.
Con esta victoria, el Chelsea avanza con autoridad a la final del Mundial de Clubes 2025, dejando una imagen de equipo sólido, ambicioso y con un João Pedro estelar. Fluminense, por su parte, deja al fútbol brasileño en una gran posición en el fútbol mundial tras el gran papel realizado.



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