Victoria pragmática ante Seattle Sounders (0-2) para certificar el pase a Octavos

El Paris Saint-Germain volvió a demostrar que en el fútbol moderno no siempre se trata de arrasar, sino de saber competir y asegurar los objetivos. En un encuentro donde no brilló con todo su potencial, el equipo dirigido por Luis Enrique venció al Seattle Sounders por 0-2 y selló así su clasificación a la siguiente ronda del Mundial de Clubes, como primero del Grupo B.
Tras el inesperado tropiezo ante Botafogo, que hizo temblar momentáneamente su favoritismo, los franceses reaccionaron con temple y precisión. Se beneficiaron del empate entre Atlético de Madrid y Botafogo, pero también hicieron su parte sin titubeos en un duelo que supieron controlar con madurez, especialmente en la segunda parte.
Una primera mitad sin excesos pero con control
Lejos de firmar una exhibición, el PSG ofreció un ejercicio de suficiencia, sin alardes, pero con los recursos justos para superar a un rival inferior. El Seattle Sounders, vigente campeón de la MLS, salió sin complejos. Presionó arriba durante los primeros compases, provocando alguna que otra imprecisión en la salida de balón del conjunto parisino. Sin embargo, el empuje estadounidense fue más simbólico que efectivo.
En esos primeros minutos, la amenaza más clara la firmó Doué, que exigió una buena intervención de Stefan Frei con un disparo potente desde fuera del área. A partir de ahí, el dominio territorial de los franceses se consolidó.
El primer gol llegó con algo de fortuna. En una jugada a balón parado, un rechace en la frontal fue cazado por Vitinha, cuyo disparo se dirigía fuera, pero encontró en el camino la espalda de Kvaratskhelia. El desvío descolocó al portero del Seattle y acabó en el fondo de la red, desatando el alivio entre los seguidores del PSG.
La segunda parte: sentencia sin sufrimiento
Con el marcador a favor y el paso de los minutos, Luis Enrique decidió mover piezas y encontró premio inmediato. La entrada de Bradley Barcola revitalizó el ataque, y el joven extremo no tardó en dejar su huella: en su primera acción ofensiva, trazó un pase preciso para Achraf Hakimi, que desde segunda línea definió con temple para marcar el segundo tanto del partido.
El internacional marroquí se está consolidando como una pieza clave en el ataque del PSG. Su capacidad para llegar desde atrás y sorprender a las defensas rivales se está convirtiendo en una de las bazas más utilizadas por el técnico asturiano.
A partir del 0-2, el conjunto parisino gestionó el ritmo del partido con total naturalidad. Apostó por el control del balón, bajó las revoluciones y limitó cualquier intento de reacción por parte del equipo norteamericano. Seattle no tuvo ni capacidad de reacción ni herramientas ofensivas para revertir la situación.
Vitinha, el líder que nadie ve en la medular

El mejor del partido fue, sin discusión, Vitinha. El centrocampista portugués controló los tiempos del encuentro, se ofreció constantemente y lideró la transición entre defensa y ataque con una madurez impropia de su edad. Su inteligencia táctica y su serenidad fueron determinantes para que el PSG nunca perdiera el rumbo.
Un PSG sólido, aunque aún sin deslumbrar
Aunque no ofreció su mejor versión, el PSG confirmó que tiene los recursos necesarios para competir al máximo nivel incluso cuando no luce. Con una plantilla profunda, llena de talento y con un técnico experimentado como Luis Enrique al mando, el club francés sigue siendo uno de los grandes favoritos para levantar el trofeo.
Su estilo pragmático, alejado del espectáculo total, pero eficaz en la gestión de partidos, le permite avanzar sin desgaste excesivo. Con el liderato del grupo asegurado, el conjunto parisino ya piensa en su próximo compromiso en la ronda eliminatoria, donde el nivel de exigencia será, sin duda, más alto.
Conclusión: paso firme hacia el objetivo
El Paris Saint-Germain ha dado un paso más en su objetivo de conquistar el Mundial de Clubes, un título que serviría para consolidar su proyecto y confirmar su evolución como potencia mundial. El partido ante el Seattle Sounders no pasará a la historia por su belleza, pero sí por su utilidad.
Con Vitinha como timonel, Achraf como arma ofensiva, y un grupo que responde a pesar de las rotaciones, el PSG sigue avanzando con paso firme. Y aunque aún no haya alcanzado su techo futbolístico, mantiene vivo su estatus de aspirante serio al título. Próxima parada: la ronda de eliminación directa, donde no hay lugar para los errores.


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