Ayer finalmente el conjunto azulón lo culminó remontando 3-1 a la épica con un auténtico golazo de quien sino , Francisco Portillo, que culmino un derechazo espectacular que voló con música a la escuadra del Carlos Tartiere para que el estadio se fuera abajo.
El conjunto carbayón dio ayer el broche de oro a su temporada volviendo después de 24 años, luchando y sufriendo por volver a los campos de primera división.
El partido se puso cuesta arriba para los de Paunovic, que veían como en una contra perfecta a dos toques, Panichelli marcaba un auténtico golazo de equipo a dos toques que duplicaba la ventaja para los jabatos en el minuto 16

Acto seguido del gol de Joaquín Panichelli, el Real Oviedo intentó reaccionar pero sin mucho peligro, pero en el minuto 37 en la salida de un corner, Alberto Reina, interceptaba el esférico después de un remate con su brazo izquierdo, el árbitro pitó la pena máxima que Santi Cazorla se encargo de lanzar, que no fallo, disparo seguro fuerte al medio, inalcanzable para el portero jabato que veía como entraba el disparo desde los once metros al final de la red en el 40 de partido.

Los dos conjuntos se fueron al túnel de vestuarios y fue el Real Oviedo quien tuvo la iniciativa en los primeros compases de la segunda mitad y dado el peligro carbayón fue Ilyas Chaira que después de un sin fin de rebotes en el área conectaría con el esférico y lo mandaría al fondo de la red poniendo así el 2-1 y empatando la eliminatoria en el minuto 51 de partido.

Después del tanto del futbolista cedido por el Girona, el conjunto de Miranda de Ebro lo intentaba en varias ocasiones, primero fue Izeta que lo intentó con un remate de cabeza que se le fue por encima de la portería de Escandell, después Panichelli ejecutó un remate perfecto que iba para dentro pero Escandell de nuevo hizo una gran estirada para evitar el empate del Mirandés y así llegar a la prórroga con todo abierto aunque ese resultado le valía al Real Oviedo para volver a LaLiga EA Sports 24 años después.
Llegaban los últimos 30 minutos de infarto en el Carlos Tartiere pero sería Francisco Portillo quien en el minuto 103 pondría un tremendo derechazo con un control de rodilla que entraba directamente en la escuadra del Carlos Tartiere y el delirio en las gradas era más que evidente, el Real Oviedo estaba a tan sólo 15 minutos de volver.

Y así fue, los últimos 15 minutos fueron puro trámite y fiesta que en cuanto el árbitro pitó el final del encuentro, la afición carbayona invadió el estadio de pura felicidad y sentimiento de volver a pisar fútbol de primera división después de 24 años sin pisar los barrios altos del fútbol español. Enhorabuena al Real Oviedo y a toda su afición por el tan ansiado ascenso.



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