El Real Murcia dependía de sí mismo. Solo tenía que ganar. Así de claro, así de complicado. Porque en este club, lo que parece sencillo suele terminar siendo una odisea. El Algeciras visitaba la Nueva Condomina en la última jornada de la liga regular, y los granas necesitaban los tres puntos para certificar la segunda posición. Lo lograron, sí, pero no sin antes sumir a su afición en un mar de nervios y emociones extremas.

Imagen: Real Murcia
De duda en duda.
Durante muchos minutos, el guion parecía escrito por los más pesimistas. Dos empates consecutivos habían dejado todo para el final, y la grada murcianista no confiaba demasiado en un equipo que llegaba en caída libre. El gol inicial de Saveljich trajo algo de luz, pero el empate de Merchán devolvió la sombra de la duda. Mientras tanto, desde Ibiza llegaban malas noticias: los baleares goleaban al Ceuta y superaban momentáneamente al Murcia en la clasificación. El murmullo en la grada crecía. Pero el destino quiso sonreírle al Real Murcia.
En el minuto 90, cuando ya todo parecía perdido, el árbitro señaló penalti por una mano dudosa en el área del Algeciras. Flakus no falló. El tanto ponía el 2-1 definitivo y, con él, los granas aseguraban la segunda plaza y el derecho a disputar el partido de vuelta del ‘playoff’ en casa.
Salida en tromba sin premio.
Fran Fernández apostó por una alineación ofensiva. Cadorini acompañaba a Flakus en la delantera, y el equipo salió con intensidad. En menos de diez minutos, el Real Murcia había generado tres ocasiones claras. Pedro Benito aprovechó un error defensivo, Cadorini no llegó por poco a un centro de Cadete, e Yriarte obligó al portero rival a intervenir desde la frontal.
Sin embargo, ese empuje inicial se fue diluyendo. El Algeciras comenzó a asentarse, y los granas empezaron a depender demasiado de los centros laterales. Mientras el Ibiza abría el marcador en su partido, la tensión crecía en la grada. El 0-0 no valía.
Entonces apareció Saveljich. El central remató a gol un centro de David Vicente en el minuto 29, justo antes de la pausa de hidratación. El tanto devolvía a los granas al segundo puesto y daba algo de calma. Incluso pudo llegar el segundo, pero Flakus erró una contra clara y Yriarte volvió a rozar el gol.
El empate y los nervios.
A pesar de las oportunidades, el Algeciras se mantenía firme. En el minuto 41, Marino rompió por el centro sin oposición y asistió a Merchán, que sorprendió por la derecha para firmar el empate. Silencio en la Nueva Condomina.
Movimientos tras el descanso.
Con la obligación de ganar, Fran Fernández no dudó en mover fichas al descanso. Cadorini e Isi Gómez no regresaron del vestuario; entraron Moha y Alcaina. Una muestra más de la inestabilidad en el once, con constantes cambios jornada tras jornada.
El inicio del segundo tiempo trajo una clarísima ocasión para Pedro Benito, que mandó fuera un pase medido de Flakus. Pero lo que parecía el inicio de una reacción se quedó en nada. El Real Murcia se volvió previsible y plano. Ni las entradas de Toral y Carlos Rojas mejoraron la situación. El equipo llegaba a trompicones, sin claridad, y Gazzaniga tuvo que salvar los muebles en el 83 con una intervención decisiva. El ambiente en la grada era de frustración; algunos pitos comenzaban a sonar.

Imagen: La opinión de Murcia
Flakus, héroe (otra vez) desde los once metros.
En un intento desesperado por desbloquear el partido, Fran Fernández retiró a Saveljich para dar entrada a Palmberg, buscando mayor creatividad. Pero el Real Murcia no encontraba la forma de romper el empate.
Hasta que, en el minuto 88, el árbitro señaló penalti por una mano de Paris Adot. Dudosa para algunos, sí, pero decisiva. Flakus asumió la responsabilidad y, con el reloj marcando el minuto 90, transformó la pena máxima. El gol desataba la euforia en la grada y aseguraba un final feliz para una liga regular llena de altibajos.
Rival confirmado: el Nàstic de Tarragona
Con el Real Murcia cerrando la liga regular en la segunda posición, todas las miradas se dirigieron al Grupo I. Sin sorpresas: el Nàstic de Tarragona, quinto clasificado, será el rival. La ida se jugará en tierras catalanas el próximo 31 de Mayo; la vuelta, en la Nueva Condomina el siguiente fin de semana.

Imagen: La opinión de Murcia
La hora de la verdad tras un año irregular. Empieza el PlayOff
Con la única certeza por parte de la afición de que este equipo es capaz de lo mejor y de lo peor, la competición cambia el formato de liga al de PlayOff donde el Real Murcia, acapara el papel de favorito, no solo por pasar como segundo y ser suficiente el empate en el global para pasar la eliminatoria, también por la dimensión de club y la presión que le traslada la obligación por ascender al futbol profesional.



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