La clasificación del GP de la Emilia-Romagna ha sido caótica, con accidentes y eliminaciones sorprendentes, pero en el top 4 la vida sigue igual. Piastri logró la pole por delante de Verstappen mientras que Norris volvió a fallar y saldrá cuarto, detrás de un Russell que aprovechó el neumático medio.

Y esa era la clave, mientras que el blando se sobrecalentaba y terminaba flojo el tercer sector, el medio mantuvo la temperatura y terminó siendo mejor opción. La mayor prueba de ello es el tiempo de ambos Aston Martin. En dos semanas, los británicos han pasado de terminar a veinte segundos de un Sauber a meter ambos coches en la Q3.

Es una sorpresa tremenda, Aston trajo hasta siete piezas nuevas y las expectativas eran ver si el monoplaza era capaz de mejorar. Es cierto que el uso del medio ha ayudado a que ambos clasifiquen entre los ocho primeros, pero el ritmo del AMR25 ha superado todos los pronósticos. Una milésima ha separado a Alonso de Carlos Sainz, sexto y con muy buenas sensaciones sobre un Williams que este fin de semana ha superado a Ferrari.
Y toca hablar de ellos, los de Maranello han tocado fondo al no colar a ninguno de sus dos coches entre los diez primeros. No ha sido por mala suerte, o un error de sus pilotos, el coche simplemente no daba más y tanto Leclerc como Hamilton saldrán en sexta fila, justo por delante de un Antonelli que decepciona tras un buen fin de semana en Miami.
Antes de todo esto, hubo hasta dos accidentes fuertes, con Tsunoda dando una vuelta de campana y Colapinto estrellándose en Tamburello en su debut con Alpine. Como nota negativa, la lentísima decisión de la FIA entre Q1 y Q2 al revisar el tiempo de vuelta de Bearman, que cruzó la línea de meta un segundo después de la bandera roja provocada por el piloto argentino.



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