El técnico del Inter llevará al club a su segunda final de Champions en tres años tras una histórica remontada ante el Barça

El Inter vuelve a soñar
La agónica victoria por 4-3 frente al Barcelona ha llevado a Simone Inzaghi a una nueva final de Champions League, la segunda en apenas tres temporadas. Un logro que lo coloca junto a nombres ilustres del fútbol italiano como Ancelotti, Lippi, Trapattoni o Capello, todos ellos técnicos que supieron dejar huella en la máxima competición europea.
De promesa frustrada a referente en el banquillo
Hermano menor de Filippo, Simone ha conseguido en los banquillos la continuidad y el éxito que las lesiones le negaron como futbolista. Aun así, firmó una buena carrera en la Lazio, donde marcó 90 goles y levantó varios títulos nacionales. Como técnico, ha completado su palmarés con una Liga, tres Copas de Italia y cinco Supercopas, convirtiéndose en el más laureado en esta última.
La advertencia de Guardiola
Tras perder la final de 2023 frente al Manchester City (1-0), Pep Guardiola ya avisó: “Volverán. El Inter es un gran equipo y Simone un gran entrenador”. Un año después, la predicción del técnico catalán se cumple. “Está infravalorado. Lo que ha conseguido con este equipo, después de perder piezas clave como Achraf, Lukaku o Brozovic, es increíble”, afirmó tras el partido de ida ante el Barça.
Un líder desde la sombra
Luis Alberto, quien lo tuvo en la Lazio, ya lo adelantó: “Hay pocos mejores que Inzaghi en la gestión del grupo”. Su Inter apenas ha estado por debajo en el marcador durante 11 minutos en toda la Champions. “Él nos marca el camino incluso en los momentos duros. Es nuestro líder”, reconocía Dimarco tras la clasificación.
Un modelo que tiene nombre propio
“Simone es el pilar de este proyecto”, reconoció Beppe Marotta, presidente del Inter. La realidad es que, con un fútbol directo, físico y perfectamente estructurado, Inzaghi ha sabido mantener competitivo a un equipo que ha ido perdiendo talento, pero nunca identidad.
Ahora, en su segunda final europea, tiene la oportunidad de cerrar el círculo y, por fin, escribir su propia página en la historia del fútbol continental.



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