Carlos Corberán llegó a los banquillos de Mestalla la noche del 24 de diciembre. El equipo era el último clasificado con 13 puntos. Con la llegada del técnico de Cheste todo cambió, y el equipo respira aliviado en la 14.ª posición. Pero ese cambio de rumbo no fue de la noche a la mañana.
Paterna como punto de partida
Carlos Corberán, procedente de la segunda liga inglesa, llegó sabedor de la situación y de la cantidad de tiempo que debía invertir para darle la vuelta a la situación del equipo. Por ello, le dio igual las fechas que eran, el volver a su país, a su ciudad de origen.
El club le facilitó un hotel cerca de la ciudad deportiva, de donde el técnico no se movió hasta que tuvo todo como él quería. Como ejemplo de ello, y de su forma de ver este deporte, quitó un sofá que había en la ciudad deportiva, bajo el lema: “no hay tiempo para descansar”.

Allí, en Paterna, se ha forjado todo aquello que él ha querido: desde el cambio de sistema, la actitud de algunos jugadores, la importancia en el campo. Incluso ha recuperado a varios futbolistas para la causa, como Jesús Vázquez, Fran Pérez, Rafa Mir, Javi Guerra o Diego López. Algunos de estos jugadores no contaban para el entrenador anterior, no gustaban a la afición y destacaban más por sus problemas extradeportivos que por los logros en el terreno de juego. Ahora, estos hombres entran en los planes más habituales del técnico.
Segunda vuelta de Champions
La situación del Valencia con el nuevo entrenador era la peor posible: últimos en la tabla con 13 puntos.
Como primera prueba para el nuevo técnico, el Real Madrid de los jugadores estrella. La era Corberán empezaba contra el líder de la Liga (1-2), con derrota para el cuadro blanquinegro, que dejaba escapar un punto en el último minuto. Pero, a pesar de ello, ya se vio un Valencia diferente, con otras ideas.
A partir de ahí, Corberán pidió aire fresco en la plantilla, sacó a los jugadores con los que el técnico no contaba y trajo lo que pudo con las máximas restricciones que daba el club. Sadiq, Max Aarons e Iván Jaime fueron los refuerzos de invierno del equipo.

Con todo ello, empezó a competir y ganar. Sobre todo, se hizo un equipo muy fuerte en Mestalla, ya que solo Atlético de Madrid y Espanyol en Liga han conseguido sacar algo positivo del feudo che desde la llegada del técnico de Cheste. Además, consiguió el objetivo que llevaba siendo imposible toda la temporada: ganar fuera de casa, y fue nada más y nada menos que contra el Real Madrid.
Victoria tras victoria en Mestalla y sumando de uno en uno en otros estadios. Con la victoria en el Santiago Bernabéu, el equipo, a día de hoy, está colocado en la 14.ª posición, con una racha de 7 partidos sin conocer la derrota. Colocándose 2.º clasificado en la segunda vuelta, a 7 puntos del descenso y, aunque parezca una odisea, a 5 puntos de uno de los puestos que dan acceso a competición europea.



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