En un fútbol donde las asociaciones brillan por su complejidad y sus matices, pocos nombres resuenan con tanta fuerza como el de Nikola Zigic y Pedro Munitis. Juntos, durante una época dorada del Racing de Santander, formaron el temido “Dúo Sacapuntas” , una pareja que combinó tamaño, talento y velocidad para deslumbrar a la afición y desquiciar a las defensas rivales.

Un cuento de dos jugadores inesperados
Lo que hacía único a este dúo no era solo la calidad de sus interpretaciones, sino lo inusual de sus características. Zigic, el gigante serbio de 2,02 metros, con un imponente físico, se encargaba de hacer el trabajo sucio en el área rival. Era un delantero que no solo destacaba por su altura, sino por su capacidad para anticipar los balones y definir con una frialdad letal.

Munitis por otro lado, con su 1,67, se movía como una flecha por el campo, aprovechando su velocidad, agilidad y su desbordante energía para generar jugadas y asistir a su compañero en la delantera.

Ambos jugadores parecían ser el ying y el yang de un ataque perfectamente equilibrado: el de Zigic, quien ponía la fuerza y la presencia, y el de Munitis, que daba la chispa y el dinamismo. ¿El resultado? Una conexión que asombraba por su fluidez y efectividad.
Un apodo que lo dice todo: El «Dúo Sacapuntas»
El nombre no solo hacía referencia a su precisión y capacidad para afilar las jugadas, sino también a la facilidad con la que se entendían sobre el campo. Se decía que los pases de Munitis eran tan rápidos y afilados que los balones parecían cortados a medida para los movimientos de Zigic. Y, a su vez, los centros del serbio, con su dominio aéreo, le brindaban a Munitis la oportunidad de brillar en los espacios que se creaban a su alrededor.
Una anécdota curiosa cuenta que, en un entrenamiento, un compañero les preguntó cómo lograban crear esas jugadas tan perfectas. Munitis, con su característico sentido del humor, respondió: “Es fácil, yo corro rápido, y Zigic se asegura de que el balón vaya exactamente donde tiene que ir” . La simplicidad de la respuesta era tan necesaria como su fútbol.

El año mágico del «Dúo Sacapuntas»
La temporada 2008-2009 fue el escenario donde el “Dúo Sacapuntas” sacó su magia. Con Juan Ramón López Muñiz como entrenador, el Racing de Santander experimentó una campaña destacada en la que la conexión entre Zigic y Munitis fue una de las claves para que el equipo lograra una cómoda permanencia en la Primera División. La combinación de goles de Zigic y asistencias de Munitis se convirtió en la dupla en una de las más peligrosas de la liga.
Además de los goles, su estilo de juego se convirtió en una referencia para el fútbol ofensivo del Racing: rápidos en las transiciones, letales en las jugadas a balón parado y siempre impredecibles.
Legado inmortal
A pesar de que el tiempo pasó y ambos jugadores tomaron distintos caminos (Zigic continuó su carrera en el Valencia, Birmingham y otros clubes, mientras que Munitis se retiró tras un exitoso pasado futbolístico, siendo una leyenda del Racing de Santander), la conexión que crearon en el Racing sigue viva en la memoria de los aficionados.
El “Dúo Sacapuntas” dejó un legado de goles, asistencias y, sobre todo, de un fútbol que se disfrutaba por su frescura y espontaneidad. Hoy en día, el Racing sigue buscando esa chispa, esa química, que solo unos pocos pueden ofrecer. Mientras tanto, el nombre de Zigic y Munitis sigue siendo sinónimo de goles espectaculares y jugadas que hacían levantarse a todo El Sardinero.

En la historia del Racing y del fútbol español, pocos dúos han dejado una marca tan profunda como el de este par. Y aunque los tiempos cambian, el legado del “Dúo Sacapuntas” permanecerá en el corazón de los racinguistas.



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