Los Eagles, desde su regreso a la Premier League, han mantenido un nivel muy similar en todas las temporadas que han disputado en el campeonato inglés

Si por algo es atractiva la Premier League no es por lo físico que es su fútbol. Tampoco por los campos de los equipos que la disputan (excepciones hay, eso sí). Ni siquiera las aficiones son uno de los motivos principales que puedan atraer a un aficionado externo. Ni mucho menos por los arbitrajes que vemos cada fin de semana ni por una mejor utilización del VAR respecto a otras ligas, porque tampoco es así.

Si por algo es atractiva la Premier League, cosa que se ha acentuado en las últimas temporadas, es por la igualdad que hay entre todos los equipos que la conforman. Al menos esa es la intención que tiene la propia liga. Cada año que pasa, la distancia en cuanto a ingresos por derechos televisivos de los clubes ingleses respecto a equipos de otros países de Europa aumenta de forma progresiva. Esto permite que los clubes de la Premier League tengan más margen de maniobra a la hora de acudir al mercado de fichajes y, así, son capaces de crear plantillas mucho más competitivas.

Esto ha provocado casos muy sonados en los últimos años, como los dispendios económicos que han llevado a cabo recién ascendidos a la Premier League como el Nottingham Forest en la temporada 22/23 (198 millones de euros gastados), el Fulham en la 18/19 (116 millones de euros) o el Ipswich Town esta misma temporada, invirtiendo un total de 153 millones. Todos ellos tienen algo en común: sufrieron hasta el final para permanecer en la primera división inglesa. Es más, el Fulham descendió nada más ascender y el Ipswich Town va camino de lo mismo.

Si hay un equipo en la Premier League caracterizado por su estabilidad económica y su regularidad deportiva desde que ascendió a la máxima categoría del fútbol inglés es el Crystal Palace. Un club que, a la sombra de tanto equipo londinense de renombre como Chelsea, Tottenham, Arsenal o West Ham, ha sabido encontrar su sitio dentro de los veinte mejores equipos de Inglaterra temporada tras temporada.

El Crystal Palace subió por última vez a Premier League en 2013 después de ganar al Watford en la final de los play-off de ascenso. Desde entonces, los resultados del Crystal Palace son los siguientes: 11º con 45 puntos en la 13/14 con Tony Pulis de entrenador; 10º con 48 puntos en la 14/15 con Alan Pardew al frente, 15º con 42 puntos en la 15/16, su peor posición en estos años en Premier; 14º con 41 puntos en la 16/17 ya con Sam Allardyce en el banquillo; 11º con 44 puntos en la 17/18 en el arranque de la ‘era Hodgson’; 12º con 49 puntos en la 18/19, 14º con 44 puntos en la 19/20 y 14º en la 20/21.

Tras estas cuatro temporadas con el veteranísimo técnico inglés, la dirección del club decide cambiar el rumbo del equipo con la llegada de un entrenador mucho más joven y sin mucha experiencia en la élite como Patrick Vieira. El francés duro poco no completó dos temporadas. En la 21/22 logró situar a ‘las águilas’ en 12ª posición con 48 puntos, pero en la 22/23 fue sustituido a mitad de temporada para que llegara, de nuevo, un viejo conocido en Selhurst Park: Roy Hodgson. El veteranísimo aún más veterano volvía al club londinense para sacar del pozo a un equipo hundido. Y lo logró. El Crystal Palace acabó el año 11º clasificado con 45 puntos.

Una apuesta continuista mantuvo a Hodgson en el puesto al arrancar la 23/24, pero al igual que con su predecesor, acabaría siendo sustituido por un entrenador de renombre que meses antes había levantado la Europa League con el Eintracht Frankfurt. El austriaco Oliver Glasner se hacía con los mandos de un equipo que, liderados por Michael Olise y Eberechi Eze, acabaría terminando la temporada 10º con 49 puntos. Tal fue el rendimiento del equipo con el nuevo entrenador, que el Crystal Palace, haciendo una clasificación desde la llegada del austriaco, hubiera terminado quinto, solamente por detrás de gigantes como City, Arsenal, Chelsea o Liverpool.

Todos estos resultados nos dejan un dato increíble: el Crystal Palace, desde su ascenso a Premier League en la 13/14, no ha bajado de los 40 puntos y tampoco ha superado los 50. Además, sus puestos en la clasificación nunca han bajado del 15º puesto, pero tampoco han superado el 10º. Estos números son una buena muestra de lo regular que son los eagles temporada tras temporada.

Esta regularidad del equipo podría explicarse a través de una fortísima inversión en jugadores en los mercados de fichajes. En parte sí lo es. Pero si atendemos al gasto de todos los equipos que han pasado por la máxima categoría del fútbol inglés en las últimas diez temporadas, el Crystal Palace está situado en el puesto 16 de 25, habiendo realizado un gasto de unos 550 millones de euros, muy alejado de los más de 2.000 millones invertidos por el Manchester City o el Chelsea y no tan distanciado del gasto de equipos que no han disputado la totalidad de las últimas diez temporadas en Premier como el Norwich City, último clasificado con 254 millones de euros de gasto. El traspaso más caro de la historia del club es Christian Benteke, por el que desembolsaron algo más de 31 millones de euros en la temporada 16/17. Un dispendio muy dispar al que suelen manejar los clubes de Inglaterra hoy en día.

Esta temporada, las cosas no empezaron como acabaron la campaña anterior. A un equipo que venía volando le quitaron a su mejor jugador. Michael Olise se marchaba al Bayern de Múnich por unos 53 millones de euros. En un segundo plano también se dio la marcha de Andersen a un rival directo como el Fulham. Como sustitutos ficharon a dos buenos jugadores como Ismaïla Sarr (Olympique Marsella) y Maxence Lacroix (Wolfsburgo), pero a priori no eran dos piezas que fueran a llenar el vacío de las bajas en el cortísimo plazo. Y así fue. La adaptación de los nuevos fichajes en el equipo, sumado a la bajada de rendimiento de Eze, hizo que el Crystal Palace no sumara su primera victoria hasta la jornada 9 de campeonato. Es más, su segundo triunfo llegó pasadas otras cinco jornadas. Tras la jornada 14, los eagles estaban situados en 17º lugar a solo 3 puntos del descenso. Glasner comenzaba a estar discutido en el banquillo. Sin embargo, esa victoria frente al Ipswich supuso un punto de inflexión. Desde entonces, el Crystal Palace solo ha perdido tres partidos de Premier League y suma a estas alturas 39 puntos en 28 jornadas de campeonato. Este rendimiento hace que la proyección de puntos que pueda cosechar el equipo esta temporada se salga de la regularidad en la que ha estado instalado el club de Croydon todos estos años. Según la estadística, el Palace está camino de hacer 53 puntos a final de temporada.

Este sobresaliente rendimiento está cimentándose sobre la fiabilidad defensiva de un equipo al que solo le han encajado 33 tantos, siendo el tercer equipo menos goleado de la categoría junto al Nottingham Forest. El nivel de Dean Henderson, quien no había recuperado el nivel que ofreció en su temporada con el Sheffield United hasta esta temporada, sumado a las prestaciones de una línea defensiva que, liderada por el capitán Marc Guéhi, están haciendo que el Palace sea un hueso duro de roer jornada tras jornada. La vuelta de Wharton al equipo está ofreciendo un poco más de creatividad a un centro del campo donde el jugador más destacado hasta estas semanas había sido un reinventado Will Hughes. Mitchell en el carril izquierdo está compensando al equipo las continuas incorporaciones que realiza en ataque el colombiano Daniel Muñoz por la banda derecha, incluso llegando a sumar cifras (3 goles y 4 asistencias). Ismaïla Sarr poco a poco se está empezando en encontrar cómodo en esa doble media punta del esquema de Glasner. El senegalés ya suma 7 goles y 3 asistencias partiendo desde la banda derecha. Eze, pese a no estar rindiendo al nivel que se le presupone, está destacando más en labores asociativas y de circulación del balón. Solamente 2 goles y 6 asistencias suma el internacional inglés hasta ahora. Pero si tenemos que destacar a un jugador de este equipo, ese es Jean-Phillipe Mateta. El ariete francés, que ya completó una gran temporada el año pasado (16 goles y 5 asistencias), está rindiendo a un nivel muy alto en el equipo londinense. Esta temporada, a falta de 10 jornadas para acabar el campeonato, está ya muy cerca de las cifras que registró en la 23/24. Lleva 12 goles y 2 asistencias en esta Premier League, unos números muy importantes si tenemos en cuenta que el Crystal Palace nunca ha sido un equipo con unos números ofensivos destacables. El Palace solo ha anotado 36 goles esta temporada, siendo uno de los equipos con menos goles a favor del campeonato. He ahí la importancia de un jugador como Mateta.

Con la inercia y la racha de resultados que llevan ‘las águilas’ en los últimos meses de competición, veremos si no acaba siendo un equipo que esté en la pelea por entrar en competiciones europeas la temporada que viene. En todo caso, el Crystal Palace ya ha cumplido su objetivo marcado a principios de campaña: la permanencia. A partir de ahí, todo lo que venga supondrá una gran alegría en Selhurst Park.